La vida en un campo de concentración abría de par en par el alma humana y sacaba a la luz sus abismos. Nosotros hemos tenido la oportunidad de conocer al hombre quizás mejor que ninguna otra generación. ¿Qué es, en realidad, el hombre? Es el ser que siempre “decide” lo que es. Es el ser que ha inventado las cámaras de gas, pero asimismo es el ser que ha entrado en ellas con paso firme musitando una oración.
Viktor E. Frankl, El hombre en busca de sentido
“Al parecer los agresores también eran menores de edad”, informa escuetamente la Agencia Notimex, respecto del más reciente asesinato colectivo en Ciudad Juárez, Chihuahua (miércoles 23 de febrero por la noche), donde 6 niñas y niños de entre 8 y 16 años de edad, cuando jugaban en el traspatio de su vivienda fueron baleados por enmascarados. ¡¿Qué pasa ahí; qué pasa en México; qué hacer?!
Desde luego es una atroz descomposición social de segmentos de nuestro pueblo. ¿Ha llegado la hora de que las Secciones de Inteligencia de nuestras instituciones de la República, decidan recomendar al Congreso de la Unión, para que a su vez reunidas con el Jefe del Poder Ejecutivo se establezca y ordene el Estado de Excepción Regional?
¿Ciudad Juárez, Chihuahua ha salido del control real de nuestras instituciones de seguridad? En Ciudad Juárez, con la inepcia de aquel presidente municipal en 1993, Francisco Barrio Terrazas (para mayor oprobio después gobernador de los chihuahuenses) comenzó la imborrable vergüenza de los feminicidios, “Las Muertas de Juárez”, cuya secuela infamante son los asesinatos impunes de luchadoras sociales como Josefina Reyes Salazar (la persecución impune a su familia); esa muerte atroz de Marisela Escobedo, ¡¿podemos cerrar los ojos, y esperar con brazos cruzados que César Duarte Jáquez despierte del letargo en el principio de su gobierno?!
Intuyo los peligros de aprobar ese Estado de Excepción –Artículo 76, fracción IV y Artículo 89, fracciones VI y VII-, pero aquí he analizado que están echados a andar en varias regiones de México, Escuadrones de la Muerte, inclusive hasta con mercenarios transnacionales. Aunque Arturo Chávez (PGR) declaró que no, que no tiene información de ello. Pero ese tipo de criminales no se espantan con exorcismos retóricos. Sino con firmeza, energía, presencia de carácter y elevar la ley emanada de nuestra Constitución Política, hecha de dolor, combates y consciencia de la Historia. Para la yerba la contrayerba.
Si otras ‘Inteligencias’ transnacionales están ensayando contra nosotros usarnos como cobayos en ese laboratorio geoestratégico con la situación atroz en Chihuahua, sean quienes sean, para “quedarse” con ese territorio estratégico, y poner de hinojos a México, para determinarlo con presuntos y sesudos análisis de personeros desde las catacumbas de la derecha y ultraderecha nacional y transnacional (nótese esa ‘nueva’ ley antimigratoria de Arizona/USA, expelida por el Partido Republicano/USA, con dedicatoria explícita contra México), para ubicar a México: un Estado fallido. Mas no es así.
La República Mexicana es una Nación sui géneris. Su singularidad está demostrada porque a pesar del despojo y humillación desde 1847, hemos resistido a los amagos intervencionistas de la mayor potencia militar y económica de todos los tiempos, para no subsumirnos ni remotamente en un “Estado ‘libre’ asociado”. Nuestra Constitución Política está redactada de tal manera que contempla inclusive las traiciones a la Patria o asonadas de grupos políticos, y ella misma –Artículo 136- se autoprotege “tan luego como el pueblo recobre su libertad, se restablecerá su observancia…”.
Porque algo muy extrañamente bien coordinado sucede en el norte del país -Tamaulipas, Chihuahua-, como pústula Ciudad Juárez; Palomas; la Ciudad capital, entre otras regiones. ¿De qué se trata?
El presidente constitucional de la República, Felipe Calderón se entrevistará con su homólogo, Barack H. Obama dentro de unas horas, nada más concreto que con su investidura –y la oportuna aprehensión de los presuntos asesinos del Agente Aduanal, Jaime Zapata, adscrito a su Embajada en México-, nos sirva con exactitud para demostrar que conforme a nuestros propios medios institucionales, somos capaces de aplicar drásticamente la justicia que nuestra Constitución Política señala. Asimismo, conscientes del medular Artículo 89, fracción X, cuyos “principios normativos” son muy claros. MARISELA ESCOBEDO, 71 días sin su combatividad, ¡la llama, Heidi!